Sellado en confianza, fe y verdad (Confirmo con todo mi ser).
Hay que tener en cuenta el marco histórico de cuando Jesús dijo esta oración. En esos tiempos cuando la gente negociaba no lo hacían a través de contratos escritos, eran orales. Por eso cuando terminaban de negociar se decían el uno al otro “Ajmein”. Con esto ambas partes decían al otro que “yo respetaré el acuerdo y cumpliré mi parte”. Por eso al terminar la oración y decir “Amén” en español o “Ajmein” en arameo estamos diciendo que estamos comprometidos y que cumpliremos nuestra parte con todo nuestro ser.
Sellamos el trato en confianza, fe y verdad. Recordemos que la confianza es la esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de una forma determinada. Estamos afirmando que tenemos una esperanza firme que las cosas sucedan como las hemos orado. Fe, es la creencia que no está sustentada en prueba alguna, es ciega. Es donde damos el brinco y nos conectamos al universo a través del amor con nuestro Creador y por ende con toda su creación. Sellamos el trato firmes en la Verdad, no en nuestra realidad sino en la verdad del del Creador. Estamos sellando la oración afirmando que lo que hemos dicho es verdad, la verdad de nuestro Creador.
Recuerda que en la biblia dice “todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis” (Mateo 21:22) y mejor aún, “Además os digo, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.” (Mateo 18:19).
Cuando pronuncies Ajmein, sé consciente que estás cerrando tu oración y meditación con TODO tu ser, con toda tu confianza y fe, afirmando que lo que has dicho es verdad.
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