Libera mi pasado oculto.
Donde hay amor no existe nada negativo, y quien vive en el ahora no puede experimentar ningún sentimiento negativo tampoco. Podemos afirmar que nuestro Creador es sólo amor y que adicional a eso, Él vive en el ahora.
Basándome en sólo esos dos factores es que puedo llegar a la conclusión que para nuestro Creador en realidad no existen las ofensas. Nosotros somos quienes por no ser perfectos y no poder vivir constantemente en amor y en el ahora necesitamos acercarnos a nuestro Creador para que Él sea quién nos ayude a liberarnos de nuestras propias faltas.
Al referirnos a nuestro pasado oculto, nos referimos a dos tipos de pasado, 1) al que nos da vergüenza porque sabemos que pudimos haberlo hecho mejor, pero sobre todo porque no nos hemos perdonado nosotros mismos, y 2) al pasado que esta guardado en nuestro subconsciente y que perturba nuestro ahora. Tal como tristezas, enojos, frustraciones, grabaciones negativas, ansiedad, depresión, rencores, remordimientos, sentimientos de culpabilidad, avaricia, soberbia, mal genio, fastidio, molestia, furia, impaciencia, indignación, irritabilidad.
Al orar esta parte de manera consciente, estás solicitando al Creador que te ayude a liberarte de todo aquello que genera peso en tu camino y en el de tus hermanos. Él es el único que puede saber todo lo que traemos en nuestros hombros.
Nosotros no podemos estar conscientes de todo, es por esto que le pedimos su ayuda, pero requerimos primero perdonarnos a nosotros mismos de manera consciente para poder posteriormente perdonar a los demás, y así cortar las cadenas o lazos en todas las direcciones y poder así, iniciar un nuevo camino en la vida.
La palabra pecado, en arameo es “hataya” y significa “fallar” o “fallar el objetivo”, ósea cometer un error.
Repite varias veces durante un día Washboklan jaubein guajtajein, Libera mi pasado oculto, y visualiza como con la ayuda del creador sueltas todo aquel pasado oculto, y si te vienen imágenes de algún pasado que estas liberando déjalo ir, agradeciéndole que fue parte tuya y de tu vida.
Respira profundo una y otra vez, siente como te liberas y ese gran peso se va a la Luz donde se trasformará por el amor incondicional de nuestro Creador. Abraza el proceso.
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